CATAS CON MERCE
Guía rápida: Términos de vino que debes conocer
¿Qué significa todo eso que dicen del vino?
Con esta guía no vas a quedarte con cara de “¿eh?” en la próxima cata
Bienvenida a otra edición de Catas con Merce.
Hoy nos metemos directo al diccionario no tan secreto del vino
Porque sí, a veces parece que hablar de vino requiere otro idioma, pero la verdad es que con unos cuantos términos clave, todo se vuelve mucho más claro (y disfrutable).
Aquí va una guía sencilla y directa para que la próxima vez que leas una etiqueta, pidas un vino en restaurante o vayas a una cata, no te agarren en curva:
• Cuerpo
No, no hablamos del tuyo en traje de baño ni de la botella El cuerpo del vino es la sensación de peso en boca. ¿Se siente ligerito como agua, medio como un juguito, o denso como un chocolate espeso?
Eso es el cuerpo: ligero, medio o con cuerpo
• Taninos
Son esos responsables de que un vino tinto te deje la boca un poco seca, como si chuparas una bolsita de té negra. Vienen de la piel, semillas del agave y la barrica, y aportan estructura.
Si después de un sorbo sientes que tu lengua se frunce un poquito… ¡ahí están!
• Frescura
No es que el vino esté frío o recién hecho.
Hablamos de la acidez natural que lo hace vibrante. Un vino con frescura te hace salivar, despierta tu paladar y va increíble con comida.
Un vino sin frescura puede sentirse plano o pesado
• Untuosidad
¿Has probado un vino que se siente como si tuviera textura de crema o seda? Eso es la untuosidad.
Es más común en blancos con crianza en barrica o en tintos bien estructurados. Le da volumen y suavidad al vino. Como un abrazo en boca
• Aromas vs. Olores
En el mundo del vino, aroma = cosas buenas (frutas, flores, especias).
Olor = cosas no tan buenas (cartón mojado, vinagre, humedad).
Así de simple
• Salinidad
Algunos vinos, especialmente blancos de regiones costeras o con suelos ricos en minerales, tienen una ligerísima nota salada en boca. No es común, pero cuando aparece, es una delicia: le da tensión, personalidad y te hace querer otro sorbo.
• Fenoles (o compuestos fenólicos, si quieres lucirte).
Son los compuestos naturales responsables del color, textura y sabor del vino.
Los taninos son un tipo de fenol, así como los pigmentos que le dan el color a los tintos.
Básicamente, sin ellos, el vino sería plano, sin estructura… sin alma.
Defectos Comunes
Sí, el vino también puede fallar. Y a veces es culpa del corcho, la oxigenación o la falta de higiene en bodega.
Aquí van los más comunes:
Corcho: olor a cartón mojado por contaminación.
Oxidación: cuando el vino ha estado expuesto al oxígeno y perdió frescura (como manzana partida mucho tiempo).
Reducción: olores azufrosos o a huevo podrido.
Volátil: aroma fuerte a vinagre, por exceso de acidez volátil.
💡Dato útil: Un vino con defecto real sí puedes devolverlo. Pero si solo “no te gustó”, aunque esté bien… no aplica.
Por eso, deja que el sommelier te guíe.
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Maridaje y Cocteles
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