Hay varias formas de hacer un rosado:
Maceración: el método más común. Las uvas y sus pieles toman un 'baño corto' juntas, entre 2 y 20 horas.
Como ese baño rápido que te das cuando tienes prisa.
Sangrado o 'Saignée': se 'desangra' un poco de jugo de un vino tinto en producción.
Son rosados más intensos y escasos, como esas ediciones limitadas que todos queremos.
Prensado directo: se prensan las uvas y el jugo se separa de las pieles casi de inmediato.
Resulta en rosados muy pálidos y frescos.
Y sí, también existe el método de mezcla, sobre todo en champagne rosado, pero no le cuentes a los franceses tradicionales que te dije esto.